sábado, 15 de octubre de 2016

Toots & The Maytals - En vivo en Buenos Aires - 14.10.16

"Este negro me hace llorar" dice el flaco que está al lado nuestro al finalizar "Pomp and Pride". "Si flaco, pienso interiormente, a mi también me hace llorar."  Van casi 14 años casi desde que escucho música con raíces jamaiquinas y siempre quise conocer a Toots Hibbert. Poco antes de la 1 de la mañana, la banda sale a escena y Toots, enfundado en un traje marrón brillante (sin mangas, por supuesto) conquista la Argentina y cumple mi sueño. "Pressure Drop", "Never grow old", "Pepping Tom", "Louie Louie", "Reggae got soul", "Pomp and pride", "One eyed enos"... El show es perfecto: la lista tiene un clásico tras otro, estamos pegados a la valla pero muy tranquilos, el sonido esta correcto, la voz de Toots suena 10 puntos, la banda esta íntegramente formada por negros, y encima al tecladista Charles Farquarson se le muere el sinte, por lo que se tiene que arreglar con piano y hammod... Qué mas podría pedir!

El público se comporta con una devoción y una alegría que pocas veces vi. Claro, todos lo estaban esperando desde siempre. Toots Hibbert (71 años!) devuelve la gentileza y se adueña por completo del momento, con un dominio escénico que lo muestra tal como lo que es, un artista clásico, de esos que no se hacen mas. Estamos ante alguien de la talla de Otis Redding, Bob Marley, Ray Charles... Qué hago acá?! No me entra en la cabeza, lloro un ratito mas cuando suena "Bam bam".

Advertencia: las fotos son malas, las saqué con mi teléfono

Toots & The Maytals no solo es reggae y ska, es soul, es funk, y en muchos momentos es gospel. Ahí tampoco lo podemos creer. Natyslide a mi lado levanta y sacude los brazos al cielo. Siempre quiso estar en una iglesia bautista escuchando plegarias con ritmo gospel y Toots también cumple su sueño. El cantante se convierte en predicador durante gran parte del show.

Entra el stage manager por el fondo y le avisa al guitarrista Carl Harvey (lider musical de la banda) que quedan 10 minutos. Entonces, tocan "Monkey Man", una canción tan universal, que me olvidé que era de Toots!. La fiesta es total, todos saltan y gritan, como monos, claro. Fin del show, se van 30 segundos y vuelven para despedirse con otro de sus mas grandes clásicos: "54-46, That's My Number". Nunca pensé que un show podía resultar tan perfecto.

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